viernes, 15 de junio de 2012


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Un recorrido por los planos sociales

Lo que empezó a nombrarse en los medios digitales como un inconveniente financiero, decantó en la integración de nuevos sectores sociales que también se vieron perjudicados con el desequilibrio monetario en Europa.
La crisis comenzó como un conflicto exclusivamente económico que desató la caída de los mercados en los países que integran el G8 (Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, Canadá, Japón y Rusia),  afectando así la producción industrial, el sector inmobiliario, las ventas minoristas y, como consecuencia, también a los consumidores.

De la economía a la política
En la primer nota, subida el 14 de mayo, se explicaba el desorden económico que estaba sucediendo en Europa mediante un análisis de la caída de los mercados y las actividades productivas y, como explicación de ello, apenas se nombraba el conflicto financiero en Grecia y su falta de acuerdo para formar un nuevo gobierno.
Sin embargo, para el segundo artículo, apareció en escena el lado político de la crisis. En un intento de explicar el porqué del desorden, se incorporó la opinión de los políticos. Si bien se hizo siempre desde una visión económica, las reuniones de los representantes del G8 en Estados Unidos, poco a poco fueron llevando el discurso de los medios digitales hacia un plano político.
Fue así que, en las notas siguientes, el escollo político en Gracia ganó más espacio con los análisis de las estrategias del gobierno, el apoyo parlamentario, la falta de acuerdo, el vacío político y el nuevo llamado a elecciones. 

Una sociedad afectada
Con la posibilidad de nuevos sufragios en Grecia, surgió un nuevo matiz en los medios, pues esta practica, indiscutidamente integra el plano social puesto que es un derecho y un proceso de decisión ciudadana.
Esto, sumado al recorte español en presupuestos para salud y educación, hizo que aparecieran en los artículos las opiniones de aquellos afectados, como por ejemplo los jóvenes, trabajadores, estudiantes, inmigrantes y jubilados.
Además, aparecieron también ítems de la cultura popular encerrados en conceptos como “Gretix” (una mezcla entre las palabras Grecia y salida en inglés), “Ni-Ni” (generación de jóvenes que no trabajan ni estudian) o “Troika” (representantes del FMI).
También aparecieron “tips” como por ejemplo la figura de Angela Merkel (canciller alemana) como la más odiada de Grecia.
Por otra parte, entró en escena la paranoia pública, que se refleja en el deseo de emigrar expresado por los jóvenes, el clima de descontrol, la desconfianza y el miedo a la pobreza.
Por último, podríamos destacar el traspaso de fronteras continentales. Más allá del idioma y la cultura, la crisis griega, fue comparada con la vivida en Argentina durante el 2001 y el país sudamericano fue visto como un modelo a seguir.

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